Torbellino de polvo captado en Quetzaltenango, Guatemala – Video


Estas pequeñas columnas giratorias de aire pueden ser el resultado de un sistema mini-meteorológico que se produce cuando un pedazo de tierra se calienta más rápido que el suelo que lo rodea en un día cálido, con viento en calma y seco

Los demonios de polvo o torbellino varían en ancho de 3 a 30 metros, según la Sociedad Meteorológica Americana, con una altura promedio de unos 200m.

Los demonios de polvo – pequeñas columnas giratorias de aire que podemos ver a causa del polvo y los escombros que recogen del suelo – no son una característica común en todos lados aunque si se presenta en ésta época del año en el Valle de Quetzaltenango cuando las condiciones son correctas: El día está despejado o claro, caliente y tranquilo, lo que puede configurar una situación en la que una parte del suelo – como el asfalto oscuro de un estacionamiento – se calienta más rápido que el suelo circundante. En este caso, la suciedad seca del campo sin siembra se calentó probablemente más rápidamente que la hierba circundante (que contiene la humedad que absorbe algo del calor) bajo el cielo claro y las condiciones calientes, secas en el valle.

Cuando se obtiene un contraste de temperaturas por los elementos relacionados, puede superar las influencias meteorológicas más grandes y crear un patrón del mini-tiempo. La parte más caliente del suelo calienta el aire por encima de él. Este aire es más caliente que el aire alrededor y por encima de él y así se eleva, perforando a través del aire más frío por encima y creando una columna vertical de aire caliente y ascendente. Alrededor de este aire fresco que ha sido golpeado fuera del camino circula verticalmente. Si llega una ráfaga, puede soplar "arrancando" o "rompiendo el balance", formando un diablo de polvo o torbellino.

No son los mismos que los tornados, que se forman por procesos diferentes y de mator escala – tormentas eléctricas, diferencias grandes de temperatura que provoca aire cálido ascendente contra aire frío de las nubes de tormenta o cumulonimbus, provocando esta dínamica – y no se hacen casi tan grandes o tan destructivos como los tornados. Pueden durar unos pocos segundos a menos de 10 minutos. Sin embargo, pueden causar algún daño, como el destechamiento de casas, voladura de objetos sueltos que pueden impactar a la propiedad o a las personas.

Colaboración: José Bonilla / Video, con información de La Climate Central / Asociación Americana de Meteorología